Tadamun 5

El Tadamun es un espectáculo solidario pero tambien es un fin de curso del Estudio Odalisca. Todos los grupos se reunen, se conocen y comparten ayudas y risas. En muchas ocasiones casi se convierte en el estreno de nuevos grupos que hacen su coreografía perfectamente aprendida encima del escenario.

De forma concluyente y general puedo decir que practicamente todo estuvo genial, si es cierto que no fue el mejor Tadamun del mundo. Pero me impresionarion la profesionalidad del grupo de inicial que se comportaron magníficamente. La elegancia de muchas chicas también dejaron huella entre el público, y cuando hubo equivocaciónes..., que las hubo, (Dios no nos hizo perfectas), servirán, al menos para las que quieran, al menos para las que no pierden la ilusión de transmitir, al menos para las que son conscientes de los errores con sabiduría y buen humor para mejorar la próxima vez. Con esto podemos asumir poco a poco la continua exigencia que conlleva el salir a un escenario. Nunca se deja de aprender, sino despistamos o perdemos la ilusión desgraciadamente se transmite en el baile. Todo esto es también una lección para mí, ya que el espectáculo me habla y me cuenta qué grupos necesitan más atención y menos charlas y risas.

Muchos grupos son los que han salido y muchos grupos son lo que han venido felices contándome anécdotas maravillosas. Me quedo con lo bueno, y prefiero por hoy ignorar si hubo algo malo ajeno a mí. También le doy gracias al angel que me cuida y me escribe y me recuerda quien soy, porque a veces, olvidas, y caes en la vulgaridad de lo fácil, de criticar y de ver sólo lo negativo, rodeada de chicas de todas las edades, y de lo fácil ver que caen y caes en ver la paja ajena cuando no vemos la viga en el propio.

También me pude dar cuenta que el grupo de avanzado ha crecido, y se ha convertido en toda una compañía de danza, comprometidas, trabajadoras, y unidas en la amistad y la profesionalidad, puedo tranquilamente delegar en ellas, porque siento y supe que cuando no estaba en el backstage ayudaban, aconsejaban a las que empezaban, y dirigían el espectáculo cuidando los detalles (que a veces es imposible controlar). Cada una de ellas tiene una estrella espcial: Manuela, el la parte dulce de la compañía, además siento un respeto y admiración inmensa hacia ella. Amaya, es la cabeza más racional que he conocido, tiene un talisman y nos guarda de los malos augurios. Idoia, jóven con una cabeza priviligiada para recordar cualquier coreografía por años que llevemos sin practicar, el alma jóven con una madurez increible. María del Mar, mira una foto de ella, rápidamente te das cuenta de todo lo que lleva dentro, un cúmulo de pasión e ingenuidad, y un dote especial para la espresividad y las danzas. Además de una trabajadora incansable. Estoy muy agradecida de poder contar con ellas en la inaguración de mi nueva gran academia de Danza Oriental. Este proyecto ambicioso, que lo dedico a esa persona que se fué para dejar de sufrir, dedico mi trabajo más dificil. Por este motivo estoy más que nunca preparada para un trabajo constante y sin pausa porque ahora siento mucha fuerza que nunca.

Todo esto y mucho más me llevé del espectáculo ( y un ramazo de flores).